Mosaico

Formados por composiciones de pequeñas teselas, los mosaicos aportan dinamismo y riqueza a una vivienda. Los pequeños fragmentos de piedra se caracterizan por únicos en su forma y semejantes en su color.

La técnica del mosaico se desprende de un perfeccionamiento del método antiguo para fabricar el pavimento de las calzadas, que se hacía a partir de guijarros, y que ha sido muy común en Europa desde la antigüedad.

El más antiguo mosaico de que se tiene conocimiento data del año 3.500 a. de C. aproximadamente, y se encuentra ubicado en la región de Mesopotamia.
Asimismo, podemos encontrar mosaicos desde la antigüedad clásica (Grecia y Roma, principalmente), hasta los pueblos mesoamericanos. De hecho, el periodo del Imperio romano se caracterizó por ser un periodo de particular auge en este arte.

No obstante, el del mosaico es un arte que ha mantenido su vigencia a lo largo de los años. Mediante la aplicación de pequeñas teselas de piedra sobre cualquier superficie se forman composiciones geométricas o figurativas, utilizándose aún hoy, artísticamente.